La obsolescencia programada es la reducción de la vida útil de un producto para cambiarlo por una versión más reciente. La obsolescencia programada de cada producto la determina la empresa fabricante del mismo.
Muchos de vosotros la habréis sufrido de forma indirecta al tener que cambiar de móvil, ordenador o algún aparato electrónico porque dejó de funcionar bien. Esto es una técnica de las empresas para que compréis más productos de los suyos. Las empresas cada vez se aprovechan más de los consumidores y no paran de salir denuncias de los usuarios de marcas como Apple, Microsoft o Samsung.
Apple gana a sus otros dos rivales en las denuncias ya que sus dispositivos son exclusivos y tienen el índice de reparabilidad más bajo, esto se puede ver en estudio de Greenpeace en el que dos ordenadores del top 3 con el índice más bajo son de la marca de Steve Jobs.
La pregunta que todos tenemos es: ¿a dónde van todos estos dispositivos que dejan de funcionar?
En la actualidad, existen ya vertederos de material electrónico en países como China, Nigeria, India o Ghana. Toneladas y toneladas de material electrónico, han ido a parar a estos países sin ningún tipo de control ni tratamiento ni gestión como residuos.
Existe un convenio denominado Convenio de Basilea, donde se prohíbe la utilización de estos países como vertederos, es decir, hay alguien que sabe que eso es un problema, pero claro, ahí estamos los llamados países desarrollados para darle la vuelta a la tortilla y decir que esos productos, no es que sean residuos, sino que se los enviamos porque se han quedado obsoletos y claro, como es lógico somos tan buenas personas que se los enviamos para que los países subdesarrollados los puedan reutilizar.
A mi personalmente solo me ocurrió una vez esto y fue con un móvil de la marca americana Motorola. Lo que le pasó no fue que dejara de funcionar si no que su velocidad bajó considerablemente. Nuestra reflexión ahora sería si tendríamos que conformarnos con esto o tendríamos que tomar cartas en el asunto para que sea ilegal esta práctica. En mi opinión es la segunda.
